Huelo la suave canela
mientras me enbebe el ocaso
café, tabaco y canela
cuando me estrujan tus brazos
y sentada ante la nada
te dibujo entre mi mente
y recuerdo tu perfume
que poco a poco me envuelve
que se enreda en mi cabello
que me humedece los labios
que toca mi piel, mis senos
me oxigena, me sofoca, me va rompiendo en pedazos
y te vuelves un fantasma
que se apropia de mis sueños
que al estar inmerso en ellos
te haces dueño de mi alma.
Y te pertenezco entera
a la noche de tus ojos,
a la furerza de tus brazos
a tus labios, amantes piedosos.
Huelo la suave canela
y te nombro lentamente
siento que bebo tu aliento
abro los ojos vibrando, exitada, impaciente.
Huelo la suave canela
y te necesito tanto
amor aroma a canela
vuelve, vuelve a mi lado.
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