lunes, 1 de marzo de 2010

Instructivo para observar la luna.

Si usted quiere observar la luna tendrá que seguir los siguientes pasos;

1. Esperar hasta las 19:00 hrs. Antes de ésta hora (salvo excepciones) su solicitud no podrá ser atendida.
2. Llegada la hora indicada en el punto anterior, desalojar la habitación que se esté ocupando en ese momento. (Se podrá hacer caso omiso de éste punto, si usted cuenta con el instrumento necesario para realizar la operación dentro del lugar en el que se encuentre: una ventana).
3. Posarse en un lugar que no obstruya nuestra visión. Ejemplo: Un lugar libre de postes y cables.
4. Seleccionado el sitio correcto, mover la cabeza hacia arriba en un ángulo de noventa grados.
5. Mantener los ojos abiertos mientras realiza la acción descrita en el punto anterior.
6. Si después de esto, usted descubre que la operación es imposible de realizar por la presencia de hidrometeoros, conocidos coloquialmente como nubes, anule la operación y vuelva intentarlo la siguiente noche.
7. Observar fijamente el cielo, recuerde que el cerrar los ojos dificultara el procedimiento, y listo, en un instante podrá apreciar la luna.
8. Usted podrá observar la luna de las 19:00 hrs. a las 6:00 hrs del día siguiente.

Importante:

*Se puede acompañar a la luna, con una buena dosis de estrellas.
*Si después de una semana usted no puede observar la luna a causa de hidrometeoros, consulte a su meteorólogo.
*La utilización de instrumentos, como el telescopio, facilitara el procedimiento y evitara la fatiga en sus ojos.

Contraindicaciones.

*No observar la luna llena si usted ha sido mordido por un perro, lobo, coyote o chacal (familia: Canidae; género: Canis.) ya que puede causar reacciones secundarias, como: crecimiento de cabello en todo el cuerpo, crecimiento de dientes y una repentina violencia. A este mal se le llama comúnmente licantropía.
*No confundir a la luna con el sol, ya que esto podría causar ceguera.

Estrella enigmática.

Hay veces en que necesito estar muy alejado, entonces subo a la azotea de mi casa, en una ciudad como esta no puedo decir que me gusta admirar las estrellas, pero hay una en especial que siempre está ahí. La veo y no estoy seguro de lo que veo, me entristece, pero cuando estoy triste es mi refugio. Me inquieta.
No solo es la estrella, la ciudad entera es inquietante, tenebrosa. Siempre gris como yo.
Edificios altos, concreto, smog, todo gris, ese es mi color favorito y es el color de mi estrella, gris, tal vez plateado, para mi es lo mismo.
Me gusta caminar por las calles y me gusta el frío, hay quienes les gusta el frío por sentirse diferentes, especiales, a mi me gusta el frío por algo más que eso, es la sensación que recorre mi piel.
Hoy decidí salir a pasear, todo es perfecto, la tarde fue lluviosa y aunque la tormenta paró, el frío es una constante esta noche de octubre. ¿te has fijado en la ciudad después que la lluvia se ha hecho presente? La luz de la luna se refleja en la enorme masa de concreto que se encuentra aún mojada y crean un efecto platinado que, hacen que todo luzca elegante, sobrio, enigmático… como la estrella.
La estrella… quiero ser la estrella, no es la primer estrella del atardecer, es la ultima de la noche. Cuando subo a la azotea de mi casa llego alto, pero no tan alto como me gustaría. A quienes piensan que estoy mal, yo no veo las cosas así, ver solo bueno o malo sería más gris que todo lo gris que soy, pero ser gris no significa que no puedas tener brillo.
Mientras pienso todo esto subo a la azotea de mi casa, es momento de adquirir brillo, miro desde lo alto el piso aún mojado y con brillo, brillo platinado… hoy me convertiré en la estrella, hoy llegare aún más alto.

ILUSIONES

Estoy muerta. El panorama es desolador, nunca había tenido tanto frio en mi vida.
Sucedió sin imaginarlo siquiera.
Hoy en la mañana me desperté temprano como de costumbre, y como de costumbre desayuné, y como de costumbre tomé el autobús que me transportaba a la escuela.
No se ¿cómo ocurrió?, solo se que el cansancio de hacer precipitadamente la tarea la noche anterior, me obligó a dormirme en el transporte.
Todo es tan obscuro y tan frío, es como si me hubieran arrancado los ojos, y alguien, un ángel misericordioso me llevara por el camino correcto; comienzo a subir escaleras.
De pronto me vienen muchas ideas a la cabeza, nunca pensé que muerta pudiera sentir el frío, creía más probable conservar el sentido de la vista que el del tacto. Entonces, ¿Los ángeles pueden hacer el amor?
El frío comienza a desaparecer, ahora siento calor, un calor cada vez más intenso, de pronto me doy cuenta, no estoy subiendo escaleras, las estoy bajando. Creo que el perder el sentido de la vista me hizo perder el de la orientación.
Ahora recuerdo, no soy la persona que pensé. No me gusta desayunar, ni pararme temprano, tampoco estudio y nunca tomo el autobús… en realidad nunca fui una buena persona.